Este estudio ayuda al médico a evaluar sítomas tales como dolor abdominal, náuseas, vómitos o dificultad para tragar, entre otros.
Es la mejor prueba para encontrar la causa del sangrado del tracto gastrointestinal superior. También es más preciso que las películas radiográficas para detectar inflamación, úlceras y tumores de esófago, estómago y duodeno.
El médico puede utilizar la videoendoscopía digestiva alta para obtener una biopsia (pequeñas muestras de tejido). La biopsia ayuda al médico a distinguir entre tejidos benignos y malignos (cáncer). Recuerde: las biopsias se obtienen por numerosas razones y es posible que su médico las solicite aunque no tenga ninguna sospecha de presencia de cáncer. Por ejemplo: podría utilizarla para descartar la presencia de Helicobacter Pylori, la bacteria que se relaciona con las úlceras.
Este estudio también se puede utilizar para realizar una prueba citológica, para la cual se introduce un pequeño cepillo y se recogen células con el fin de analizarlas. También es útil para el tratamiento de enfermedades del tracto gastrointestinal superior. A través del endoscopio se pueden pasar instrumentos para tratar directamente numerosas anormalidades, por ejemplo, se puede dilatar una zona que se ha estrechado, extraer pólipos (crecimientos de la mucosa), o tratar una lesión sangrante.